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Libro Códice Rompecabezas sobre Recontrapoder en Cajón Desastre
2020
Códice (una reunión de textos sagrados) rompecabezas (porque son humanos) sobre Recontrapoder (el hombre que trata de dominar las cosas y los mecanismos de la creación hasta sentirse un dios hacedor de la Tierra) en cajón desastre (en un mundo pleno de contradicciones y datos variados).
Escrito y dibujado por Luis Felipe Noé, Recontrapoder es un relato fantástico publicado por primera vez en 1974 por Ediciones de La Flor. Con el rescate y la re-edición de Códice rompecabezas sobre Recontrapoder en cajón desastre, la Fundación Luis Felipe Noé realiza una puesta en valor del período 1968-1974, un momento clave en la trayectoria artística de Noé. Por tal motivo, este libro forma parte de una serie de documentos que nos ayudan a entender su proceso creativo e intelectual en ese espacio de tiempo y los cambios categóricos y sustanciales en su obra posterior. Según dice Rafael Cippolini en el prólogo, "Recontrapoder bien puede ser pintura con palabras".
Con la estructura de un códice afloran los mitos individuales. El escenario donde transcurre la historia en el propio individuo y los actores son los personajes interiores –vivencias y categorías abstractas. Recontrapoder, dios que no llega a serlo, se deshace en las dudas de cómo ser plenamente hombre y, solo –luego de autoedeificación- en el compromiso de serlo encuentra la respuesta. La realidad irreal de un hombre de la burguesía de Buenos Aires que a través de mecanismos de conciencia quiere llegar a integrarse a su pueblo y el equívoco que esta pretensión entraña es lo que en esta novela –si es que se puede llamar así- plantea en el idioma y la lógica de Luis Felipe Noé, aprovechando para ello su doble lenguaje de escritor y plástico.
Una cosa es estar desconcertado y otra es estar desnudo Recontrapoder antes, después y mientras tanto
(A modo de prólogo infiltrado)
(...) Muy a fines de 1974, justo antes de Navidad, se edita Códice rompecabezas sobre Recontrapoder en cajón desastre, también conocido como Recontrapoder a secas, novela con la que recién me encuentro doce años más tarde, a mediados de 1986. Mi primera impresión es que podría haber sido publicada en la misma semana en la que la leí. O mejor, en un tiempo incluso futuro con respecto a este presente. Una suerte de dimensión mental que juega, transgrede y pervierte el tiempo histórico.
Para el momento de esa primera lectura, ya conocía otras ficciones narrativas de pintores rioplatenses: las fábulas fantástico-folklóricas de Xul Solar, los cuentos de Figari, la novela titulada Francisco de Horacio Butler, los desmesurados textos autobiográficos de Alberto Greco, así como los relatos abstractos que Gyula Kosice firmara con su nombre o con sus heterónimos en las revistas Madí. Pero Recontrapoder era otra cosa. No una alegoría, menos una metáfora, y al mismo tiempo era todo eso junto, pudiendo definirla como una crónica mental que en todo momento bordea, va develando y simultáneamente instalando un mito. Reordena (al fin de cuentas, es un rompecabezas) la odisea de Adrián Nevares, un proto-humano o multi-humano, que como un Dante Alighieri psicodélico pero también analítico, con tremendo descaro utiliza el mundo por primera vez.
También había leído Antiestética, en la recordada edición de Van Riel, así como Una sociedad colonial avanzada, antes de que fuera reeditada. Insisto: Recontrapoder era muy diferente. Si aquellos referían a imágenes, esta novela era una sucesión de visiones, más cercana a la experiencia de un revolucionario de otro siglo como William Blake. O sea, alucinaciones oscuras, incómodas, salvajes, terroríficas.
FRAGMENTOS del prólogo de Rafael Cippolini